(Retrato del Dr. Balmis)
La Expedición, considerada la primera expedición sanitaria internacional en la historia, parte del puerto de La Coruña, el 30 de noviembre de 1803 en la corbeta “María Pita” con 23 niños, de entre 8 y 10 años de edad, de la Casa de Expósitos de La Coruña al cuidado de doña Isabel López Gandalla su rectora. La vacuna se transmitía entre los menores, brazo a brazo, desde España, vía Tenerife, Islas Canarias, hasta San Juan de Puerto Rico, donde llegaron el 9 de febrero de 1804.
La vacuna prendía en los niños de corta edad con más facilidad. Con una lanceta impregnada del fluido, Balmis les realizaba una incisión superficial en el hombro, y unos días después surgían los granos vacuníferos que emanaban el fluido antes de secarse definitivamente.
La expedición recorre durante dos años Venezuela, Cuba, Yucatán, México y Filipinas, para después arribar a Macao y Cantón antes de regresar a España, teniéndose que enfrentar a los peligros que supone en aquellos tiempos, los piratas, los naufragios y temporales, y a la oposición de los religiosos a la vacunación.
Un problema añadido lo constituía el hecho de que los niños, una vez vacunados, ya no podían emplearse de nuevo en la cadena de transmisión. Debido precisamente a ello, la expedición se veía obligada a reclutar nuevos menores de las casas de huérfanos.

(Monumento en el puerto de La Coruña en homenaje a los niños que partieron en la expedición)
Conociendo que la vacuna no había alcanzado China, Balmis solicita y se le concede el permiso para marchar hacia Macao, partiendo de Manila el 3 de septiembre de 1805.

En su camino de regreso a España, convencen a las autoridades británicas de la isla de Santa Helena en 1806 para que tomasen la vacuna.

“No puedo imaginar que en los anales de la Historia se proporcione un ejemplo de filantropía mas noble y mas amplio que este.”